La deforestación, la topografía y la falta de planes de prevención son las principales causas de la vulnerabilidad de Sololá, Chimaltenango y Quiché ante fenómenos naturales como terremotos y deslaves, y aunque hay esfuerzos de las autoridades para prevenir desastres, no son suficientes.
Fuente: PRENSA LIBRE
Los fenómenos naturales registrados durante los últimos años en el país, como las tormentas Stan, en 2005, y Ágatha, en el 2010, causaron centenares de pérdidas humanas en varios departamentos del occidente; la mayoría, en Chimaltenango, Sololá y Quiché.
Chimaltenango ha sido el departamento más golpeado por los desastres, ya que fue allí donde se reportó la mayor cantidad de víctimas por el terremoto de 1976 y durante el paso de la tormenta Ágatha, el año recién pasado.
Autoridades de ese departamento consideran que la deforestación ha sido la principal causa de tanta vulnerabilidad a los fenómenos naturales. Explicaron que cientos de familias viven en zonas de riesgo, donde la falta de masa boscosa facilita la erosión del suelo y, por consiguiente, frecuentes deslaves.Luis Pedro Xoyón, de la Fundación Ajaw Uleu, afirmó que hay mucha deforestación en la localidad, y que en las escuelas no se promueve la conservación del medioambiente. Además, dijo que el aumento de la población favorece el avance de la frontera agrícola.
Érick de León, gobernador departamental, reconoció que la tormenta Ágatha sorprendió a todos y que la respuesta del Centro de Operaciones de Emergencia fue lenta, por lo que ahora ya trabajan para estar organizados en caso de emergencia y así atender con rapidez a las familias que estén en riesgo, a fin de evitar pérdida de vidas.
Deslaves en Sololá
Las últimas tormentas han causado centenares de muertes en Sololá, debido a deslaves. Durante Stan, el barrio Panabaj, Santiago Atitlán, desapareció por completo, como consecuencia del desprendimiento de tierra de un cerro.
El Plan Maestro de la Reserva de Usos Múltiples de la Cuenca del Lago de Atitlán reveló que los terrenos donde se asientan los poblados de nueve de los 19 municipios son escabrosos y quebrados.
Detalló que muchas personas han construido en laderas, en especial en los pueblos ubicados a la orilla del Lago.
Cristian Rodríguez, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que no existe una legislación adecuada sobre construcciones, lo cual aumenta el riesgo. Enfatizó que la gente no tiene otro sitio adonde trasladarse.
“Tenemos en marcha un plan de contingencia, en el que se ha involucrado a la población, alcaldes y líderes comunitarios, la cual incluye jornadas de capacitación sobre búsqueda y rescate de personas, evacuación ante desastres y cómo construir casas más seguras.
José Manuel Bran, de la Conred en Quiché, explicó que las zonas norte y oriente de ese departamento que colindan con Chimaltenango han sido las más afectadas por los desastres.
Añadió que antes de Ágatha había organización comunitaria en 10 de los 21 municipios, y que en Uspantán las brigadas de vecinos evitaron muertes, ya que lograron evacuar a las personas.
En Chichicastenango, donde no había organización, se reportaron víctimas.
Debido a esa experiencia, ahora se formaron brigadas en otros seis municipios, y en los restantes cinco se capacita a los vecinos.