Fuente: Li Tenamit cho'ch Ixim
Numerosos estudios sostienen que la educación genera cambios cualitativos y cuantitativos en la vida individual, familiar y social. Por ello es clave invertir en la educación de la niñez y juventud, en tanto que una población con un nivel alto de educación tiene también una mejor calidad de vida. No obstante el proceso educativo debe caracterizarse por ser un proceso libre y democrático donde los aprehendientes hagan las lecturas de la realidad y puedan desde su propia práctica y convicción buscar alternativas de solución para transformar esa realidad.
No cabe la menor duda que la educación guatemalteca sigue enfrentando uno de sus más añejos desafíos, "educar para el ejercicio de la ciudadanía". Para comprender y dimensionar este reto, es importante hacer una pequeña reflexión acerca de las implicaciones de este tipo de formación.
El primer punto de partida para hablar de ciudadanía es conocer qué derechos tenemos y de acuerdo con nuestra Constitución de la República tenemos los siguientes: (los más relevantes)
- Derechos individuales:
- Derecho a la vida
- Derecho a la libertad e igualdad
- libertad de acción
- derecho de defensa
- libertad de locomoción
- derecho de asilo
- derecho de petición
- derecho de asociación
- libertad de emisión del pensamiento
- libertad de religión
- derecho a la propiedad privada
- Derechos sociales
- Protección familiar
- Derecho a la cultura
- Derecho a la identidad cultual
- derecho a la expresión creadora
- Derecho de preservar y promover la cultura
- derecho a la tierra.
- derecho a la educación
- derecho a la salud, seguridad y asistencia social
- Etc.
Si ejerciéramos estos derechos, nuestra familia, comunidad y sociedad fuera distinta, porque no permitiríamos que autoridades o grupos de poder pusieron en riesgo nuestros derechos, pero esto no sucede en la vida real. Estamos cansados de tanto nepotismo, militarización, violencia, discriminación, racismo, corrupción y tráfico de influencias.
Es por ello que la educación debe enseñar en qué consiste y que significan los derechos indicados anteriormente, pero además como vivenciarlos en cualquier espacio de convivencia escolar.
Por ello el docente debe preguntarse todos los días ¿Cómo formar un ciudadano libre y comprometido con la transformación de su pueblo? esta pregunta debe de responderla desde cada asignatura que imparte, de manera que el estudiante pueda tener herramientas concretas para ejercer una ciudadanía democrática, participativa y comprometida con el respeto a la vida en todas su manifestaciones y formas.
Es por ello que la educación debe enseñar en qué consiste y que significan los derechos indicados anteriormente, pero además como vivenciarlos en cualquier espacio de convivencia escolar.
Por ello el docente debe preguntarse todos los días ¿Cómo formar un ciudadano libre y comprometido con la transformación de su pueblo? esta pregunta debe de responderla desde cada asignatura que imparte, de manera que el estudiante pueda tener herramientas concretas para ejercer una ciudadanía democrática, participativa y comprometida con el respeto a la vida en todas su manifestaciones y formas.