Ciudad Guatemala 09/08/2013: Hoy se celebra el Día Internacional de los Pueblos
Indígenas. Así lo dispuso la Organización de las Naciones Unidas. Sin embargo,
los indígenas de Guatemala: los pueblos Maya, Xinka y Garífuna, no tienen mucho
que celebrar, porque desde la conquista española han vivido sometidos y
discriminados.
Con la firma de los Acuerdos de Paz firme y duradera de
diciembre de 1996 se resaltó que el país es una nación multiétnico, multilingüe
y pluricultural, y que, como reza la Constitución, todos los ciudadanos tienen
los mismos derechos.
Pero, ello no se ha traducido a la realidad. Los indígenas
que, según el último censo de 2002, representan el 41.3% de la población aunque
según la FAO son el 69%, se estima que podrían ser muchísimo más, siguen
postrados en la pobreza, sin muchas opciones para salir adelante, pues los
servicios básicos no están a su alcance.
El Estado tampoco se ha preocupado por respetar e impulsar
el multilingüismo. En la mayoría de los centros de enseñanza, los niños y los
jóvenes indígenas solo reciben clases en español y no en sus respectivas
lenguas, algunas de las cuales están en peligro de extinción.
Esas escuelas, en su mayoría, no cuentan con una adecuada
infraestructura, donde los alumnos se puedan sentir cómodos y estimulados, no
solo para el aprendizaje de las asignaturas básicas, sino también las
relacionadas con el deporte o las artes.
Además, los ciudadanos indígenas, en su mayoría, tampoco
tienen acceso a servicios básicos, tales como agua potable y electricidad,
centros de salud abastecidos y con profesionales de salud en todas sus ramas, y
las comunidades tampoco cuentan con vías de comunicación que permitan estimular
el comercio o el turismo.
Según un reciente estudio de las Naciones Unidas, la pobreza
del país se focaliza en ocho departamentos de mayoría indígena, principalmente
en las áreas rurales.
Esa mayoría vive con menos de $3 diarios (unos Q24), aunque
los que están en pobreza extrema, si acaso alcanzan a sobrevivir con Q12 o
menos.
Se estima que el 53% de la población, vive con entre Q4,400
y Q8,800 al año, 3 veces menos que el supuesto PIB per cápita que es de
aproximadamente Q25,500 al año.
Entonces, no queda más que reconocer que la discriminación
sigue imperando pese a los avances en el papel que se han logrado, sea mediante
leyes y declaraciones de quienes dirigen el país. Por eso decimos que no hay
mucho que celebrar, pero sí mucho por hacer.
Fuente: Siglo21
Por: Editorial Siglo21