Un grupo de galardonados con el Nobel de la Paz, incluidos
el Arzobispo Desmond Tutu, José Ramos Horta, Jody Williams y Rigoberta Menchú
Tum, están haciendo un llamado a las autoridades de Guatemala tanto anteriores
como actuales a “respetar un proceso judicial legítimo, independiente y
transparente” en el juicio del ex presidente general Efraín Ríos Montt.
José Efraín Ríos Montt, y el general retirado José Mauricio
Rodríguez Sánchez están acusados de genocidio y crímenes de lesa humanidad
surgidos durante el gobierno de Ríos Montt (1982-1983). El juicio ha sido
temporalmente suspendido en espera de uno o más fallos de la Corte de
Constitucionalidad de Guatemala. El juicio de Ríos Montt constituye un
precedente histórico ya que es el primer enjuiciamiento de un jefe de Estado
por genocidio a nivel nacional.
“Si este caso no avanza, los sobrevivientes del genocidio de
Guatemala están siendo victimizados de nuevo”,
señala la galardonada con el Nobel de la Paz Jody Williams, cofundadora de la Iniciativa de las Mujeres
Premio Nobel. “Ellos han corrido un enorme riesgo al testificar, y muchos han
sido hostigados, intimidados y amenzados.
La anulación de este caso sería una marcha atrás de la justicia, y sería una victoria para la impunidad”.
Los citados laureados con el Nobel de la Paz apuntan que el
“mundo está observando” lo que pasa en
Guatemala. Ríos Montt ha sido acusado de haber ordenado la matanza de 1.771
indígenas ixiles en una campaña de “tierra arrasada” con miras a eliminar el
apoyo a las guerrillas de izquierda durante la guerra civil en Guatemala. Durante el juicio, muchas mujeres ixiles han
atestiguado sobre la brutal violencia sexual cometida contra ellas por el
ejército guatemalteco.
La comunidad de derechos humanos está sumamente preocupada
por el hecho que el presidente de Guatemala Otto Perez Molina aprobó
públicamente la semana pasada una declaración, la cual afirmaba que el proceso
por genocidio pondría en peligro la paz en Guatemala.
La guatemalteca Premio Nobel de la Paz, Dra. Rigoberta
Menchú Tum, quien ha estado en la sala de justicia junto con otros compañeros
indígenas sobrevivientes del genocidio de Guatemala, confirma el valor del
juicio de Ríos Montt: “El esclarecimiento de la verdad y los esfuerzos hacia la
justicia contribuyen a aliviar el dolor que sienten los sobrevivientes, y no
amenazan la paz”.
Los laureados con el Nobel de la Paz señalan que el juicio
desempeña una función esencial en la reconciliación nacional y el
fortalecimiento del sistema de justicia en beneficio de todos los
guatemaltecos. Ellos están instando al
gobierno de Guatemala a actuar con rapidez para garantizar la protección y
seguridad de los sobrevivientes y de los que intervienen en el juicio
—incluidos jueces y abogados del enjuiciamiento, miembros de organizaciones de
la sociedad civil y miembros de las comunidades indígenas.